Las Islas Canarias gozan de singulares establecimientos en emplazamientos únicos que son objeto de distinciones por su originalidad, estilo y ubicación al respetar el entorno y una cuidadosa rehabilitación. Es el caso del hotel Hacienda de Abajo de La Palma, un bien inmueble patrimonio histórico de Canarias que en 2012 dejó de ser una antigua azucarera para convertirse en un emblemático hotel rico en arte y puesto al día en tecnología, lo que le ha llevado a merecer el reconocimiento como el “Mejor establecimiento ubicado fuera de la ciudad” por la prestigiosa revista Condé Nast Traveler.
La hacienda azucarera del siglo XVII rehabilitada en Tazacorte ha sido una de las protagonistas de la octava edición de los premios de la cabecera de viajes, por albergar un templo del refinamiento, mimando el detalle exquisito y la hospitalidad de un establecimiento integrado en una estructura de indiscutible valor patrimonial.
Este bien inmueble es actualmente un hotel, museo y vergel. Tras sus portones se esconde un refinado recinto amurallado exclusivo para adultos con cuatro casonas tradicionales que rodean un jardín de rarezas botánicas y plantas exóticas en medio de extensiones plataneras. Su elegante restaurante, orientado al océano, incluye en la carta platos con plátano, la fruta local por excelencia. La valiosa colección de tapices, arte religioso y porcelana oriental, así como la piscina que recuerda un estanque, sirven de atractivo para visitas guiadas por el complejo.
El establecimiento con aspecto de mansión nobiliaria ya fue incluido en 2013 por la misma revista en su selección de “Hot List” de ese año como uno de los 75 hoteles de moda en el mundo que marcan tendencia y en 2014 y 2015 se clasificó como finalista dentro del apartado de “Mejores hoteles fuera de la ciudad en España”.